Ahora que todos vivimos inmersos en Internet, manejamos conceptos como hosting o almacenamiento web casi a diario, o por lo menos estamos acostumbrados a oírlos y leerlos. Pero ¿te has parado a pensar alguna vez en qué es exactamente el hosting? ¿qué es lo que pagas cuando contratas un alojamiento web? ¿por qué es necesario para tener una página web? En unComo.com te explicamos cómo funciona un hosting.
¿Dónde viven las webs?
Con tanto Internet y tanta nube es fácil pensar que todas esas webs y archivos que la forman existen simplemente en el aire, pero no es así. Todos esos archivos necesitan un lugar físico en el que vivir y desde el que llegar al resto de Internet: un servidor. El hosting o alojamiento web es el servicio que puede contratar todo usuario que quiera una web para alojarla en algún servidor.
Centros de datos
Los servidores suelen estar en centros de datos, lugares en los que cientos de ordenadores (servidores) están conectados a Internet de forma permanente y con gran ancho de banda. Si el servidor es la casa o el edificio en el que está la web, el centro de datos sería la ciudad.
Tipos de hosting
A la hora de contratar un servicio de hosting, el usuario se encontrará con muchas opciones diferentes, que normalmente se diferencian en el espacio disponible que se ofrece y el control sobre este espacio:
- hosting gratuito (muy limitado)
- alojamiento compartido (se comparte servidor con otros usuarios)
- servidores virtuales (el usuario controla su parte del servidor como si no lo compartiese)
- servidores dedicados (no se comparte), entre otros.
Llegando a la web
Ya lo tienes todo configurado. ¿Qué ocurrirá cuando un usuario introduzca la URL de tu web en la barra de direcciones? Esa URL es el nombre de la dirección IP que lleva a tu web, conectados, nombre de dominio y dirección IP a través del DNS. Así, al introducir la URL, el DNS se asegura de que se llegue a la dirección IP del servidor correcto. Y en ese servidor está alojada tu web, que aparecerá en la pantalla.
¿Por qué no hacerlo en casa?
Si un servidor no es más que un ordenador, que ni siquiera necesita ser una supercomputadora, ¿por qué contratar un servicio externo para el hosting y no hacerlo en casa? Muy sencillo: ese ordenador tiene que estar encendido de forma permanente y conectado a Internet. Además, el ancho de banda debe ser muy superior al que se tiene normalmente en los hogares. Cualquier error o parada en el ordenador o la conexión a Internet, hará que la web se caiga.
Contratar
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